domingo, 30 de noviembre de 2008

Que de la mano de JR


Es para vos. Riquelme le dedicó el segundo gol a un plateísta VIP*

Pareciera que Boca necesitara de la presencia de enemigos internos o externos para que la bronca sea el disparador de una posterior reacción. Se había complicado el partido ante Racing y tanto Tigre como San Lorenzo aguardaban expectantes para alcanzar en la cima al equipo Xeneize. Boca lo tomó como una final, y pese a ser favorecido por unos fallos arbitrales, ganó merecidamente ante un rival más acostumbrado a arruinar campeonatos que ganarlos. El 2 a 1 con goles de Riquelme lo dejó a un paso del título a dos fechas del final.

A los 38, Román le dio una asistencia a Figueroa y ante la salida de Migliore, Lucho la tiró larga, saltó al arquero y se dejó caer. El árbitro compró el penal. Riquelme no falló desde los doce pasos con un remate preciso al palo derecho de Migliore. Pero la ventaja duró poco, cuando a los 45 del primer tiempo, Racing llegó a la igualdad con un cabezazo de Franco Sosa.

Hasta que llegó la explosión a los 14 del segundo tiempo, cuando Riquelme tomó un rebote tras un remate de Dátolo y de volea puso a Boca nuevamente en ventaja. El balón se metió entre Migliore y el palo y Román fue, buscó e identificó a un plateísta que lo estuvo hostigando para dedicarle el gol. Esa situación pareció motivarlo para calzarse el traje de héroe y darle una nueva victoria a Boca que lo aproxima al título.

Desde el Superclásico jugado en la 10ª fecha, y acompañado por el despegue futbolístico de Riquelme, Boca logró siete victorias en ocho partidos, consiguiendo 21 puntos sobre 24 disputados. El conductor de Boca tuvo influencia decisiva en este tramo que incluyó el pase gol a Viatri frente a River y Central, los tantos frente a San Lorenzo y Arsenal de tiro libre (éste último en el minuto 90), el pase gol a Figueroa en Tucumán y los dos tantos frente a Racing.

Síntesis de la 17ª fecha del torneo Apertura 2008

Boca (2): Javier García; Hugo Ibarra, Julio César Cáceres, Juan Forlín, Claudio Morel Rodríguez; Fabián Vargas, Sebastián Battaglia, Jesús Dátolo; Juan Román Riquelme; Luciano Figueroa y Lucas Viatri. DT: Carlos Ischia.

Racing (1): Pablo Migliore; Franco Sosa, Marcos Cáceres, Gabriel Mercado, José Shaffer; Leandro González, Franco Peppino, Franco Zuculini, Adrián Lucero; Maximiliano Moralez y Pablo Luguercio. DT: Juan Manuel Llop.

Cambios: ST al inicio Claudio Yacob por Mercado (R), 23m Pablo Caballero por Lugüercio (R), 27m Alvaro González por Dátolo (B), 30m Pablo Mouche por Figueroa (B), 32m Lihué Prichoda por Zuculini (R), 38m José María Calvo por Morel Rodríguez (B).
Goles: PT 40m Riquelme (B), 45m Sosa (R); ST 14m Riquelme (B).
Amonestados: PT 38m Migliore (R); ST 18m Moralez (R), 35m García (B).
Cancha: Boca
Arbitro: Pablo Lunati
Jugado el 30 de noviembre de 2008

*Very idiot person

martes, 25 de noviembre de 2008

Una persona muy especial



Diez años ya, en los que pasaron tantas cosas en tu vida como en la de todos los componentes del julio 1998, verdadera revolución en la historia boquense. Como lo fue el mayo francés del '68. Me piden que diga algunas cosas sobre vos y me pregunto: ¿De qué hablo primero? ¿Del jugador o del hombre? Voy a mezclar a medida que los recuerdos lleguen. Son tan diferentes como un derecho a un zurdo, pero uno le sirvió al otro en algunas circunstancias de la vida profesional y civil.

Como jugador, sos un imprevisible total. Hasta tal punto que pienso que algunas cosas que intentás, a mitad de camino las cambiás por iniciativa propia o por como se te paró el adversario de turno. Podés ser individual, como colectivo: pecando en las dos para bien o para mal, y ahora paso a explicarlo mejor. Cuando todo va bien, podes acertar en la elección: dominás el balón, mirás, encarás si podes encarar, para como siempre te dije: cara o ceca, pasás o te quedás.

Eufórico, sos capaz de pasar por donde nadie pasa, para luego asistir como muy pocos lo hicieron o lo hacen, sea por arriba o por abajo, colocando a tu partenaire en posición favorable y no complicándole la vida al que va a definir. Cuando te ponés nervioso, te empecinás y así perdés la tranquilidad y la claridad, chocando y discutiendo lo indiscutible. Y te transformás, dejás de ser el tipo lúcido que, manejando las situaciones más al límite, es ideal.

Cuando volví en el 2003, vos sabés que nos preguntamos los dos si éramos los mismos. Un año más tarde lo supimos. Si algo traté, desde el día que decidí ser entrenador, fue conocer lo más rápido posible a mis dirigidos como seres humanos y diferenciar bien a los buenos de los malos; los más bichos; los desconfiados; los inocentes; los naturales; los espontáneos; los solidarios; los positivos; los pasivos; los negativos. En suma, tratar de hacerles una radiografía a cada uno de ellos, los cuales a la larga o la corta, terminan mostrándose como son, para bien o para mal.

Dicho esto, voy a contar una situación clave en la Copa Libertadores 2003. Veníamos bien en los dos torneos, pero sabíamos que no había mucho resto como para bancárnosla, y fue fundamental, por consecuencia, definir la prioridad. En octavos, ir a pelear la vuelta a Paysandú era complicado, desde antes de que se jugara la ida en nuestra cancha. Y mucho más luego de la derrota por un gol, cuando nunca le encontramos la vuelta al partido.

Todo jugador tiene unos partidos por arriba del resto y la vuelta en Belén seguro que debe de estar entre esos partidos destacados de tu carrera. Aquí funcionó el orgullo mas profundo que tenés. Sabías que no había "tu tía", teníamos que tener todos una de esas performances que no se olvidan. Convertiste tres goles e hiciste hacer el cuarto, para luego de 90 minutos épicos decirte a vos mismo: sigo siendo yo, porque después de tantas lesiones cortas -que te sacaban ritmo y continuidad futbolística- las dudas seguramente estaban, a pesar de que uno desea no dar esa impresión.

Por un rato dejo de hablarle a Guillermo para contarles a ustedes algo que tal vez él no se recuerde. Una muestra de que, dentro de la apariencia de Guillermo "El Terrible", existe una persona agradable de tratar, con sus gustos bastante simples, con sus inocencias que se extrañan cuando uno lo conoce y ésta fue una de ellas. Era un partido en la Bombonera, donde Guillermo venía jugando bien. Pero en el segundo tiempo, entre un par de faltas no cobradas, un offside que no fue y un gol que se perdió, se completó un mix que comenzó a condicionarlo, acentuándole los nervios. Llegando al límite, voy y lo saco, y cuando pasó a mi lado lo felicité y le dije al oído: "Sacate los berretines que tenés en el balero". Se sentó y, después de beber agua y recuperarse, viene y me dice: "Disculpe Carlos, ¿me puede decir que significa berretines?". Me empecé a reír como un loco, para luego explicárselo.

Les dije esto porque con Guillermo al principio uno ve a alguien tímido, respetuoso, chispeante, despierto, honesto, medio desconfiado cuando no le gustó el palo, orgulloso en lo más profundo. A quien le da donde más nos duele el no poder lograr lo que desea, pero que igualmente hará lo imposible para lograrlo. Eso lo pinta en carne propia: detrás de esa imagen de molesto, canchero, fastidioso, que puede llegar a armarse quien no lo conoce, existe el otro, ese que les cuento más arriba. Ese es el verdadero. Un gran sentimental, que trata de no demostrarlo, pero que tarde o temprano, "se vende".

Para el final, mis felicitaciones por ser el jugador mas valioso del campeonato de EE.UU., donde aprendieron a comprender tu juego, que no es fácil de entender. En fin, un fútbol especial que terminó eligiendo a alguien, por qué no decirlo, muy especial.

Abrazo Guille. Chau, felicidades.

Carlos Bianchi

domingo, 23 de noviembre de 2008

Capitalismo azul y oro


Volvió al gol. Lucas Viatri celebra junto a González y Figueroa

“Estamos amargados y un poco tristes por lo que ocurrió. Pero nos tenemos que ir contentos a nuestra casa por cómo jugamos en el segundo tiempo”, señaló Carlos Roldán, el técnico de San Martín de Tucumán. "A mí no me gusta hablar de los arbitrajes, pero hay cosas contra las cuales uno no puede pelear. Contra el capitalismo (por los poderosos) no se puede, afirmó irónicamente Roldán al término del partido. Cualquier parecido con una Bambifrase es mera coincidencia.

Las derrotas de San Lorenzo y Tigre le allanaron el camino a Boca, cuyo objetivo, cuestiones de estética y forma aparte, era ganar para alcanzar la cima en la tabla de posiciones. El equipo Xeneize, resentido por las lesiones y con un regular desempeño de sus individualidades logró con más efectividad que lucidez, atesorar tres puntos de oro para depender de sí mismo en el sprint final.

Boca se presentó con una novedad: abandonó la línea de tres defensores y el doble cinco en el mediocampo para retomar el clásico 4-3-1-2 con dos centrodelanteros: Figueroa y Viatri. Luego de una acción confusa dentro del área en los primeros minutos de juego, el árbitro sancionó erróneamente un penal a favor del conjunto auriazul, que Riquelme malogró ante la estirada del portero Gutiérrez. Se había hecho justicia dentro de la propia injusticia. Un minuto después, San Martín respondió con la ejecución de un tiro libre que se estrelló en el travesaño.

Cuando se disputaban 36 minutos, Dátolo avanzó por la izquierda y mandó un centro rasante, que no pudo conectar Alvaro González. El defensor tucumano, lejos de esperar la intervención de Gutiérrez, desde el suelo rechazó la pelota lejos del alcance del arquero y Viatri como oportunista del área, sólo se encargó de empujarla al gol. Una jugada sucia pero que en definitiva sirvió para abrir el marcador.

A los los 14 minutos del complemento, el defensor Raúl Saavedra efectuó un remate el balón con la pierna zurda de otro partido que se coló a la perfeción en el ángulo y dispuso la igualdad. Dentro de la invariabilidad del juego y el escaso lucimiento individual, Boca expuso como principal virtud el oportunismo. Tal es así que logró reaccionar tres minutos más tarde para retomar la ventaja e impedir que el rival, jugando en su propio reducto, lo pusiera en aprietos. Riquelme dispuso de un tiro libre fuera del área, que picó de manera brillante al área para la intervención de Figueroa, que con una exquisita volea de zurda mandó el balón al fondo de las mallas.

El equipo Xeneize, con la victoria en Tucumán, retomó el liderato del certamen luego de 12 fechas y sacó dos puntos de ventaja sobre San Lorenzo y Tigre. En el tramo que se inició en el Superclásico, Boca logró seis victorias en siete partidos logrando 18 puntos (totalizando 32), más del 50% que lo obtenido en las nueve jornadas iniciales.

En un torneo local desvirtuado dentro de una organización obsoleta, el conjunto de la Ribera mantuvo el equilibrio para superar momentos críticos: peleas internas, lesiones, convocatorias, derrotas y cuestionamientos por parte de la prensa amarilla. Es de esperar que al depender de sus propias capacidades en el último tramo del torneo y con la mística ganadora que se transmite de generación en generación, Boca se encamine hacia una nueva estrella que ilumine el firmamento azul y oro.

Síntesis de la 16ª fecha del torneo Apertura 2008

San Martín (T) (1): Marcos Gutiérrez; Germán Noce, Juan Monge, Pablo de Muner; Gerardo Solana, Facundo Pérez Castro, Pablo Cantero, Raúl Saavedra; Patricio Pérez; Daniel Vega y Mario Turdó. DT: Carlos Roldán.

Boca (2): Javier García; Hugo Ibarra, Facundo Roncaglia, Juan Forlín, Claudio Morel Rodríguez; Alvaro González, Sebastián Battaglia, Jesús Datolo; Juan Román Riquelme; Luciano Figueroa y Lucas Viatri. DT: Carlos Ischia.

Cambios: ST al inicio Gustavo Ibáñez por Turdó (SM), 11m Marcelo Quinteros por Solana (SM), 21m Nicolás Herrera por Pérez (SM), 32m Pablo Mouche por Viatri (B), 38m José María Calvo por González (B).
Goles: PT 36m Viatri (B); ST 14m Saavedra (SM), 17m Figueroa (B).
Amonestados: PT 22m Pérez Castro (SM), ST 8m Figueroa (B), ST 37m Cantero (SM).
Expulsados: ST 44m Dátolo (B), 45m Pérez Castro (SM).
Cancha: San Martín (T)
Arbitro: Carlos Maglio
Jugado el 23 de noviembre de 2008

domingo, 16 de noviembre de 2008

Vulnerables


Volvió la Joya. Rodrigo Palacio (14) reapareció luego de 41 días

El escenario estaba preparado para una fiesta. Boca debía ganar para ocupar el liderazgo en el campeonato a cuatro fechas del final. San Lorenzo había empatado en Rosario el sábado y el equipo Xeneize tenía la posibilidad de sacarle un punto de ventaja, lo mismo que a Tigre. Pero no supo elaborar un argumento consistente para doblegar a Vélez que lo superó futbolísticamente y con autoridad.

Ni el entusiasmo de la hinchada, que agranda a su equipo en la Bombonera, logró contagiar al equipo que se encontró en desventaja al cuarto de hora de juego, mediante un cabezazo de Uglessich. Idéntico panorama se vivió en la segunda parte cuando Cabrera marcó el 2 a 0 a favor del conjunto de Liniers. Boca mostró un atisbo de recuperación con el descuento de Forlín de cabeza, tras un tiro libre de Riquelme que pegó en el travesaño y posteriormente en la línea. Pero el tercer gol de Vélez, cinco minutos más tarde, derrumbó anímicamente al conjunto auriazul.

El técnico Carlos Ischia, pese a la baja de Gabriel Paletta por rotura de ligamentos, mantuvo el esquema 3-4-1-2 que tan buenos resultados le había dado en las victorias ante el Ciclón y Arsenal. Lo cierto es que se sucedieron una multiplicidad de factores que afectaron a cada jugador y así fue mermando la respuesta colectiva. Tales los casos de Palermo y Paletta con rotura de ligamentos; Morel, Cáceres y Vargas lesionados; Palacio con una maldita pubalgia y el Caranta-gate que terminó con el arquero borrado.

Uno de los históricos como Ibarra, no está en plenitud y tampoco el esquema lo ayuda, ya que la línea de tres zagueros lo excluye implícitamente como lateral y lo coloca a la altura del mediocampo en función de número ocho. Riquelme, el único irremplazable, no está en su mejor condición física y eso se notó claramente en los últimos partidos, aún así le alcanzó para marcar sendos goles de tiro libre ante San Lorenzo y Arsenal. Juega más de punta que de mediocampista ofensivo y eso repercute negativamente en el circuito creativo del equipo. A Lucas Viatri se le cerró el arco luego de una racha de cinco goles en cinco partidos y acumula la misma cantidad de juegos sin marcar un tanto. Sólo Mouche con su aparición explosiva en los últimos partidos, logró atentar contra la inercia en que se sumergió el equipo.

Con la derrota ante Vélez, Boca sumó tres caídas jugando en la Bombonera en el presente torneo, racha negativa que no se daba desde el Clausura 1998. Con la curiosidad que tanto Tigre, Estudiantes y el Fortín llevaban varios años sin imponerse como visitantes. Con el conjunto de Victoria no perdía como local desde hace 59 años, claro que en ese lapso lo enfrentó apenas en siete oportunidades. En tanto que enfrentando a Estudiantes se le cortó una racha de 12 años sin derrotas (la última había sido en el Clausura 1996) y ante Vélez cayó luego de una década (desde el Clausura 1998 que no sucedía).

Síntesis de la 15ª fecha del torneo Apertura 2008

Boca (2): Javier García; Facundo Roncaglia, Julio César Cáceres, Juan Forlín; Hugo Ibarra, Fabián Vargas, Sebastián Battaglia, Jesús Datolo; Juan Román Riquelme; Pablo Mouche y Lucas Viatri. DT: Carlos Ischia.

Vélez (3): Marcelo Barovero; Gastón Díaz, Mariano Uglessich, Marco Torsiglieri, Emiliano Papa; Iván Bella, Leandro Coronel, Fabián Cubero, Víctor Zapata; Jonathan Cristaldo y Roberto Nanni. DT: Hugo Tocalli.

Cambios: ST al inicio Nicolás Gaitán por Dátolo (B), 5m Nicolás Cabrera por Bella (V), 13m Rodrigo Palacio por Cáceres (B), 23m Juan Manuel Martínez por Cristaldo (V), 28m Luciano Figueroa por Viatri (B), 40m Pablo Lima por Zapata (V).
Goles: PT 16m Uglessich (V); ST 6m Cabrera (V), 13m Forlín (B), 18m Cristaldo (V), 39m Palacio (B).
Amonestados: PT 27m Papa (V), 28m Bella (V); ST 8m Cubero (V), 23m Gaitán (B), 33m Mouche (B).
Cancha: Boca
Arbitro: Diego Abal
Jugado el 16 de noviembre de 2008


Lo que viene, lo que viene

16ª fecha vs San Martín T (V)
Ultimo partido: San Martín (T) 1 - Boca 2 (Clausura 1993)

17ª fecha vs Racing (L)
Ultimo partido: Boca 2 - Racing 1 (Apertura 2008)

18ª fecha vs Gimnasia LP (V)
Ultimo partido: Gimnasia (LP) 0 - Boca 1 (Apertura 2008)

19ª fecha vs Colón (L)
Ultimo partido: Boca 2 - Colón 1 (Apertura 2008)

lunes, 10 de noviembre de 2008

Los cracks son así


Crack. Riquelme marcó el agónico gol de la victoria de tiro libre

Y entonces es una de las jugadas finales del partido, aunque creo que vamos a ir hasta el minuto 49, por el tiempo que tardaron en tomar agua... El tiro libre por Riquelme, posición de número 10. Justo, el lugar donde Riquelme pondría la pelota su le preguntan donde quiere un tiro libre.

Riquelme con el tiro libre, se van a cumplir 45 cuando le pegue, cuatro jugadores en la barrera. Juan Román a buscar la victoria, ahí está perfilado para darle él o Gaitán pero será Riquelme el que le pegue. La barrera tiene que ir más atrás, dice el árbitro a pedido de Juan Román, ahora sí está en el lugar que corresponde, le va a dar Riquelme, toma distancia Juan Román, tiróooooo: Gooooooooooooooooooooooooool, gooooooooooooooooooooooooooooooooool de Boca, gol de Boca, de Riquelme, Juan Román Riquelme, de un verdadero maestro del fútbol, allá se fue volando por toda la cancha Juan Román Riquelme, un tiro libre perfecto, absolutamente maravilloso de Rrrriquelme para ganar el partido y mandar a Boca arrrrriba con San Lorenzo de Almagro.

Es lo que tienen los grandes, grandes jugadores, nada de Riquelme casi en la tarde, le dieron una sola oportunidad, un tiro libre en el lugar exacto para él y colgó la pelota del ángulo. A los 45 gana Boca 1 a 0, Riquelme, Juan Román de tiro libre.

Relato de Víctor Hugo Morales en radio Continental AM 590

Síntesis de la 14ª fecha del torneo Apertura 2008

Arsenal (0): Cristian Campestrini; Darío Espínola, Javier Gandolfi, Aníbal Matellán, Cristian Díaz; Sebastián Carrera, Carlos Casteglione, Cristian Pellerano, Javier Yacuzzi; Alejandro Gómez y Luciano Leguizamón. DT: Daniel Garnero.

Boca (0): Javier García; Facundo Roncaglia, Julio César Cáceres, Gabriel Paletta; Hugo Ibarra, Fabián Vargas, Sebastián Battaglia, Jesús Datolo; Juan Román Riquelme; Ricardo Noir y Lucas Viatri. DT: Carlos Ischia.

Cambios: ST al inicio Pablo Mouche por Noir (B), 25m Nicolás Gaitán por Vargas (B), 26m Nicolás Aguirre por Yacuzzi (A), 37m Matías Carabajal por Pellerano (A), 37m Leandro Gracián por Dátolo (B), 44m Darío Benedetto por Leguizamón (A).
Gol: ST 45m Riquelme (B).
Amonestados: PT 29m Noir (B); ST 1m Dátolo (B), 10m Roncaglia (B), 17m Matellán (A), 29m Espínola (A).
Cancha: Arsenal
Arbitro: Saúl Laverni
Jugado el 9 de noviembre de 2008

viernes, 7 de noviembre de 2008

No dejen de aplaudir


Al túnel. Boca quedó eliminado de la Copa Sudamericana con dignidad

Los pibes Xeneizes se quedaron en el camino ante Internacional de Brasil tras la derrota en la Bombonera por 2 a 1, aunque la prioridad siempre fue torneo Apertura. Eso estuvo en claro y por eso el equipo estuvo conformado por mayoría de juveniles y futbolistas experimentados que no son habitualmente titulares. No hubo frustración por parte de los hinchas que se hicieron presentes en la Bombonera, ni les arrojaron con pañales ni con maíz. Todo lo contrario, hubo aplausos en reconocimiento al esfuerzo pese a la derrota que significó la eliminación y la pérdida de un invicto de 29 partidos como local en competencias internacionales.

Los goles llegaron en la segunda etapa, cuando Magrao, del Internacional de Porto Alegre, conectó un centro de Nilmar a los dos minutos que dejó con la obligación a Boca de marcar cuatro goles para no quedar eliminado. Por eso Ischia mandó al campo de juego a Juan Román Riquelme y Jesús Dátolo a los ocho minutos, más Lucas Viatri que había entrado por Cardozo en el descanso. Boca llegó al empate con un penal que ejecutó Riquelme a los once minutos tras una falta que le cometieron a Dátolo. Aún restaban marcar tres goles para lograr la clasificación.

El Inter se plantó de contraataque y consiguió darle el golpe de knock out a Boca a los 26 minutos cuando Alex definió cruzado tras recibir un pase de D'Alessandro. El conjunto auriazul se quedó sin reacción y encima sufrió la expulsión del zaguero Juan Forlín, por doble amonestación. Así perdió un invicto de 29 partidos jugando en la Bombonera por partidos internacionales desde 2003, cuando por la Copa Sudamericana cayó ante Atlético Nacional de Medellín por 1 a 0.

Anoche Boca se despidió de la Copa y apostará todas las fichas al Apertura, donde consiguió cuatros victorias consecutivas que lo colocaron en la punta del certamen junto a San Lorenzo y Tigre. Lo ratificó el director técnico, Carlos Ischia en el vestuario: "Vamos a salir campeones".

Síntesis del partido de vuelta de 4º de final

Boca (1): Javier García; Julio Barroso, Ezequiel Muñoz, Juan Forlín, José María Calvo; Neri Cardozo, Alvaro González, Nicolás Gaitán; Leandro Gracián; Pablo Mouche y Luciano Figueroa. DT: Carlos Ischia.

Internacional (2): Lauro; Alvaro, Indio, Bolívar, Marcao; Edinho, Magrao, Pablo Guiñazú; Andrés D’Alessandro; Alex y Nilmar. DT: Tite.

Cambios: ST al inicio Lucas Viatri por Cardozo (B), 8m Juan Román Riquelme por Gracián (B) y Jesús Dátolo por Gaitán (B), 30m Gustavo Nery por D’Alessandro (I), 44m Rosinei por Magrao (I).
Goles: ST 2m Magrao (I), 11m Riquelme (B), 26m Alex (I).
Amonestados: PT 21m Alvaro (I), 43m Forlín; ST 6m Muñoz (B), 22m Dátolo (B), 37m Figueroa. Expulsado: ST 40m Forlín (B) por doble amonestación.
Cancha: Boca
Arbitro: Oscar Ruiz (Colombia)
Jugado el 6 de noviembre de 2008

domingo, 2 de noviembre de 2008

Desde el cielo te voy a alentar


Emoción. Román marcó el gol de la victoria y se lo dedicó a Pompilio

El partido en el que Boca tenía la posibilidad de alcanzar la punta, de repente adquirió otro significado. La muerte del presidente Pedro Pompilio, tan imprevista como dolorosa, inundó de emociones el domingo. El corazón le dijo basta el jueves y el mejor homenaje que le pudieron brindar los jugadores fue salir a la cancha y dedicarle la victoria. Justamente con un gol de Riquelme, el jugador por el que tanto bregó y pese a la oposición, decidió su compra a cambio de 15 millones de dólares, la incorporación más cara de la historia Xeneize. “No sólo hemos contratado al mejor jugador del mundo para los hinchas de Boca sino en el mejor momento de su carrera. Román va a ser un gran referente para el plantel y un espejo para todos los jugadores que vayan ascendiendo en el club”, había dicho Pompilio en la presentación de Román a fines de 2007.

El corazón de Boca latió más fuerte que nunca en la Bombonera para derrotar a San Lorenzo y alcanzarlo en la cima del torneo junto a Tigre. "Mi viejo soñaba con poder salir campeón en este semestre. El estaba orgulloso del plantel y quería la Copa Sudamericana y el campeonato local. Por eso, les pido por favor que ganen uno de los dos torneos. El, desde el cielo, se los va a agradecer mucho", dijo entre lágrimas Leandro Pompilio -el hijo del fallecido presidente- a los jugadores en el vestuario previo al encuentro.

El conjunto Xeneize transformó en semanas, un escenario de conflictos, platillo preferido de la prensa amarilla, en un sendero de esperanza. Puso el alma en el campo de juego para bajar al Ciclón y sumar su cuarta victoria consecutiva en el torneo. El DT Carlos Ischia incluyó al juvenil Roncaglia en reemplazo del lesionado Morel Rodríguez para conformar una línea de tres zagueros y sumar a Ibarra al mediocampo. Boca arrinconó al equipo de Boedo al inicio con la infatigable labor de Vargas y Battaglia, dos perros de presa en el círculo central. La otra novedad fue la inclusión de Pablo Mouche como puntero derecho, desplazando de la titularidad a Noir, quien con su explosión en los metros finales puso en aprietos a la defensa rival.

El gol de Riquelme llegó a los siete minutos, desde un tiro libre en forma de centro que terminó en remate al arco. El dominio de Boca era manifiesto, pero como cada vez que se encontró en ventaja, careció de serenidad y contundencia para liquidar el pleito. En el segundo tiempo acusó el cansancio y pese a ceder el dominio del balón, San Lorenzo no esgrimió argumentos dignos de un líder del certamen para conjeturar una igualdad. Boca resistió hasta la victoria, el mejor homenaje que le brindaron los jugadores al presidente que desde un rincón del cielo los va a alentar.

Las claves del Boca puntero

Desde que salieron a la luz las internas del vestuario, el plantel de Boca reunió fuerzas en la adversidad para revertir el camino que lo alejaba del título. Llegó a estar ocho puntos por debajo de San Lorenzo y tras cuatro victorias consecutivas, alcanzó el liderato del certamen y se transformó en el máximo candidato al título. El envión anímico que significó la victoria ante River en el Monumental disipó cualquier foco de tormenta y la actuación estelar de los juveniles surgidos de inferiores rejuveneció el alma del equipo.

El mérito de Carlos Ischia fue haber privilegiado el momento futbolístico por sobre los nombres. No dudó en separar del arco a Mauricio Caranta -en una salida poco clara- y poner a Javier García, una deuda histórica de Boca en confiar los tres palos a un arquero surgido de inferiores. El DT se la jugó por Nicolás Gaitán en lugar de Gracián, ubicándolo como ladero de Riquelme y dándole la titularidad en el Superclásico como voto de confianza. Ante la lesión de Palermo y la posibilidad de traer un refuerzo, Ischia le dio la titularidad a Lucas Viatri que respondió a las exigencias del puesto con seis tantos, uno de ellos y el más importante, a River. Ni la llegada de Luciano Figueroa condicionó su presencia en la formación inicial.

La decisión de incluir a Pablo Mouche por Noir, con un nivel ascendente que incluyó el gol de la victoria ante Banfield, fue el último acierto de Carlos II. Es cierto que Riquelme no está en la mejor condición física, pero aún en inferioridad sigue siendo el jugador más desequilibrante en el circuito ofensivo de Boca. Con las asistencias calcadas a Viatri para los goles ante River y Central, la forma de congelar el Superclásico en los minutos finales y el tanto ante San Lorenzo mitad centro y mitad tiro al arco, cualquier controversia sobre la inclusión de un jugador que no está al 100% de sus posibilidades físicas queda desechada si se trata de Juan Román Riquelme.

Síntesis de la 13ª fecha del torneo Apertura 2008

Boca (1): Javier García; Facundo Roncaglia, Julio César Cáceres, Gabriel Paletta; Hugo Ibarra, Fabián Vargas, Sebastián Battaglia, Jesús Dátolo; Juan Román Riquelme; Pablo Mouche y Lucas Viatri. DT: Carlos Ischia.

San Lorenzo (0): Agustín Orión; Santiago Hirsig, Nicolás Bianchi Arce, Cristian Tula, Aureliano Torres; Diego Rivero, Cristian Ledesma, Walter Acevedo, Pablo Barrientos; Gonzalo Bergessio y Andrés Silvera. DT: Miguel Russo.

Cambios: PT 28m Fernando Meza por Tula (SL); ST 16m Luciano Figueroa por Viatri (B), 17m Juan Carlos Menseguez por Barrientos (SL), 23m Adrián González por Hirsig (SL), 25m Nicolás Gaitán por Mouche (B), 43m Carlos Fondacaro por Dátolo (B).
Gol: PT 7m Riquelme (B).
Amonestados: PT 7m Riquelme (B), 12m Vargas (B), 12m Barrientos (SL), 42m Viatri (B); ST 1m Hirsig (SL), 7m Acevedo (SL), 34m Rivero (SL).
Cancha: Boca
Arbitro: Sergio Pezzotta
Jugado el 2 de noviembre de 2008

Te vamos a extrañar

Cuando llegué a Boca en el '98 me mostrabas orgulloso Casa Amarilla, como si fuera el lugar ideal para trabajar con un equipo. Y yo, viendo tu entusiasmo, te dije que el plantel de Boca iba a entrenar todos los días allí, en La Bombonera, algo que en el pasado jamás se había hecho. Me miraste y me dijiste incrédulo: "¿En serio? A los entrenadores anteriores no les gusta entrenar acá porque, cuando la situacion no viene bien, el ambiente se pone difícil, y entonces quieren irse lo más lejos posible". Afortunadamente, en el día de hoy, diez años más tarde, se siguen entrenando en tu segunda casa.

En mi vida futbolística y civil traté con muchas personas, pero rara vez encontré interlocutores con tu calma, tu sentido de la ubicación, tu respeto hacia el prójimo. Católico como soy, mi fe me hace pensar que ya debés estar en un mundo mejor. Quedarás siempre en la memoria y en el corazón de los que te conocimos. Te extrañaremos más de lo que vos mismo te podrías llegar a imaginar. La Casa Amarilla se tendría que rebautizar con tu nombre. Sería un digno homenaje para alguien que le dedicó mucho tiempo de su vida a ese sentimiento llamado Boca. Vos no merecías irte. Siempre estarás en mi recuerdo.

Carlos Bianchi