sábado, 14 de junio de 2008
Palermo, la otra cara del gol
Martín Palermo y la entrevista concedida a FIFA.com
La afirmación podrá ser poco original, pero no por eso menos cierta: Martín Palermo es un jugador fuera de serie. Potente, trabajador y persistente, el argentino de 34 años se mantiene tan vigente como peligroso. Actualmente, el capitán y goleador del multicampeón Boca Juniors ha superado la barrera de los 180 goles con esa camiseta y se prepara para convertirse en el máximo anotador en la historia de la institución Xeneize. Este futbolista oriundo de la ciudad de La Plata, mantuvo una charla íntima con FIFA.com. El presente, su visión respecto a los distintos aspectos que rodean al fútbol y hasta un futuro posible como entrenador, en una entrevista exclusiva.
-Señor Palermo, el pasado 2 de marzo, ante Gimnasia y Esgrima La Plata, anotó su gol número 180 con la camiseta de Boca Juniors. ¿Cuántas entrevistas le han solicitado desde aquel hecho histórico en su carrera?
-¡Uf! Tantas, que he perdido la cuenta. La verdad es que ese gol tuvo mucha trascendencia en muchos aspectos, así que tuve que dar muchas entrevistas. Y no sólo para medios estrictamente deportivos.
-¿Le incomoda ese asedio o ya se ha acostumbrado a que lo soliciten?
-No, molestar no molesta. Obviamente, no es fácil atender a todos y responder todo lo que te piden porque hay que acomodarse los tiempos. Hay muchas concentraciones y partidos también, pero intento manejarlo lo mejor posible.
-Ante tantas marcas y títulos, ¿qué tipo de metas encuentra un futbolista a la hora de motivarse?
-Es complejo. Yo nunca pienso, por ejemplo, en cuántos goles quiero meter cada temporada. Sí pienso en ganar el torneo local, la Copa Libertadores y volver a Japón por ejemplo. Me gustaría repetir aquella experiencia. Lo importante no es tanto ponerse metas, sino conseguir logros concretos.
-Hagamos un repaso a sus más de 180 goles con la camiseta de Boca. ¿Cuál fue el más lindo de todos?
-El que le convertí a Independiente desde la mitad de cancha en 2007, pero también hubo otros. Por importancia, destacaría los dos que le marqué al Real Madrid en Japón. Y si hablamos de emotivos, el que le hice a River en los cuartos de final de la Copa Libertadores de 2000. Venía de una lesión seria, ingresé pocos minutos y definí el resultado. Esos son los tantos que más recuerdo.
-También ha marcado muchos de cabeza. ¿Sabía que los usuarios de FIFA.com en español lo señalaron como el mejor cabeceador del mundo?
-Sí, me enteré y está bueno tener ese tipo de reconocimientos. El cabezazo ha sido mi máximo potencial a lo largo de mi carrera, quizás, en parte, por mi pasado en el voley. Aprendí a tomar distancias, calcular el salto e impactar el balón en el momento justo. Después, claro, perfeccioné todo en los entrenamientos.
-¿Qué sueños le quedan por cumplir en el fútbol?
-Mientras uno juegue, siempre habrá sueños por realizar. Pero no sé si me iría del país, por dar un ejemplo. Hoy por hoy, pienso en disfrutar acá aunque uno nunca sabe lo que puede llegar a pasar en el futuro. Hasta el 30 de junio tengo contrato con Boca y aspiro a renovarlo un año más. Si bien uno tiene que estar preparado para lo que sea, mi idea es quedarme.
-Usted es palabra autorizada en la materia. ¿Quién es el mejor delantero del mundo?
-Ronaldo es el mejor de todos. Algunos dicen que no tiene cabezazo, o que estaba gordo. Para mí no tiene comparación con ninguno, un verdadero fenómeno. Ojalá se recupere pronto.
-Sabemos que le gusta ver fútbol en su casa. ¿Habrá un Palermo entrenador en un futuro?
-Me gustaría, claro. Quisiera manejar un grupo y vivir la experiencia de estar del otro lado. Pero bueno, llegará a su debido tiempo y habrá que ver también qué posibilidades se presentan. No entrenaría en cualquier lado. Cuando uno juega en Boca se acostumbra a cosas grandes, habrá que esperar.
-¿Y cómo jugaría un equipo suyo?
Me acerco al pensamiento de Carlos Bianchi y Alfio Basile. ¡No hay que inventar nada nuevo en el fútbol!
-¿Podría decirnos qué virtud es infaltable en un delantero de área?
Pensar siempre que la pelota va a caer en uno, sin importar de dónde venga la jugada. Lo que se denomina el olfato goleador. Hay que ser siempre optimista y pensar que la jugada va a terminar en uno, estar ahí pendiente. En eso influye lo anímico, desde ya. Si uno está con confianza jamás pensará "no voy a llegar, ¿a qué la voy a ir a buscar si viene muy alta?". Si estás convencido y bien, el balón va a llegar.
-Acaba de definirse a usted mismo prácticamente. ¿Podemos afirmar que Palermo jugaría en un equipo dirigido por usted?
-Y sí, un jugador de mis características siempre tendría que estar en mi equipo.
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Excelente entrevista!
ResponderBorrarun lujo de persona y un lujo de goleador!
saludos
ani
http://lamitadmasunoteamaelrestotenvidia.blogspot.com/