sábado, 26 de septiembre de 2009

Se fue a marzo


Aplazado. Boca perdió otra vez y se hunde cada día más en su impotencia

El resultado mentiroso no reflejó la superioridad que hubo entre un equipo y otro dentro del campo de juego. Estudiantes superó a Boca en individualidades, juego colectivo, personalidad y por ende en el resultado. Una suma de factores que cualquiera sea el orden en que estén expuestos no altera el producto. Si el local no fue más contundente se debió en gran parte a la ausencia de Boselli, el goleador que pertenece a ambos clubes en partes iguales y que se vio impedido de actuar por una cláusula.

Pese a la crisis que se vivió en la semana donde Basile estuvo a punto de renunciar y la amenaza de una cirugía, no se cumplió con la pactado ni se vislumbró un cambio de actitud. Apenas un cambio de nombres y otros pocos de roles no bastaron para modificar la falta de carácter y determinación de este equipo de asumir el rol de protagonista, que lejos estuvo de serlo. Con el balón en los pies fue un equipo sin ideas y lleno de desconfianza. Sin el balón se amontonó atrás pero ello no fue garantía de solidez, los centrales no marcaron y los laterales siempre quedaron a mitad de camino. Estudiantes presionó a Boca en todos los sectores de la cancha anulándolo por completo. Cuando los conductores del conjunto Xeneize tenían la pelota, ésta les quemaba y terminaban sacándosela de encima casi por compromiso.

El local abrió el marcador con una pelota parada, tras un tiro libre ejecutado por Leandro Benítez desde el sector izquierdo que cayó a los pies de Calderón, tan oportunista como libre de marca. Boca careció por completo de juego colectivo, sólo apostó al pelotazo y así llegó al empate al inicio del complemento. Un saque de arco de Abbondanzieri le quedó a Palermo en la puerta del área grande y éste ajustició con un remate cruzado de zurda. Era demasiado premio. Por eso no pudo sostener ni siquiera el empate. Dos minutos más tarde tras una brillante jugada colectiva, Estudiantes se puso de nuevo en ventaja con una definición de Enzo Pérez.

El resto fue como una película de la que se sabe el final de antemano. Hasta el momento ningún cambio de táctica, estrategia ni de jugadores sirvió como golpe de efecto para lograr una recuperación. Los nombres están, lo que falta es el equipo, pero para eso hay que trabajar, y mucho.


Síntesis de la 6ª fecha del torneo Apertura 2009

Estudiantes (LP) (2): Damián Albil; Clemente Rodríguez, Germán Ré, Leandro Desábato, Juan Manuel Díaz; Enzo Pérez, Rodrigo Braña, Juan Sebastián Verón, Leandro Benítez; Juan Manuel Salgueiro y José Luis Calderón. DT: Alejandro Sabella.

Boca (1): Roberto Abbondanzieri; Hugo Ibarra, Julio César Cáceres, Gabriel Paletta, Fabián Monzón; Gary Medel, Sebastián Battaglia, Ariel Rosada, Guillermo Marino; Federico Insúa y Martín Palermo. DT: Alfio Basile.

Cambios: ST 0m Nicolás Gaitán por Marino (B); 29m Lucas Viatri por Rosada (B), 29m Jerónimo Morales Neumann por Calderón (E), 37m Maximiliano Núñez por Salgueiro (E).

Goles: PT 12m Calderón (E); ST 2m Palermo (B), 4m Enzo Pérez (E).

Amonestados: PT 12m Calderón (E), 17m Battaglia (B); ST 13m Medel (B), 24m Paletta (B), 35m Clemente Rodríguez (E).


Cancha: Quilmes (local Estudiantes)
Arbitro: Sergio Pezzotta
Jugado el 26 de septiembre de 2009


El dato

Hace cinco partidos que Boca no puede ganarle a Estudiantes (LP) con un empate y cuatro derrotas, todas éstas de manera consecutiva. Es la primera vez en el profesionalismo que esto sucede. Entre 1948 y 1950 estuvo cuatro partidos sin victorias ante los albirrojos con una igualdad y tres caídas.

Esta fue la décima ocasión en que Boca visitó al conjunto platense en otro reducto que no sea en 57 y 1, con la particularidad que comenzó a suceder a partir de la década del '90. Entre tantos escenarios ajenos, el conjunto Xeneize lo enfrentó en cancha de Vélez, Independiente, Gimnasia (LP), Estadio Ciudad de La Plata y ahora Quilmes. El historial registra tres victorias de Boca, tres empates y cuatro derrotas, las últimas tres de forma consecutiva.

Martín Palermo llegó a su gol N° 208 con la camiseta azul y oro y quedó a exactamente diez goles de alcanzar a Roberto Cherro como máximo goleador histórico. En el presente año por torneos locales y copas internacionales, Palermo jugó 29 partidos y marcó 14 goles con un promedio de 0,48, casi medio gol por partido. Si sigue esta tendencia, es probable que iguale y supere el récord antes de la finalización de la presente temporada 2009/10.

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