lunes, 26 de noviembre de 2007
Paliza táctica
Alvaro González (15), fútbol y garra charrúa
La historia de Boca está cargada de éxitos y hazañas impensadas, pero no se puede obviar el final previsible de los tres últimos campeonatos, perdidos ante equipos chicos. La derrota en Sarandí dejó a Boca fuera de carrera y con un duro golpe a la moral de un equipo que pudo brindar más. Los cambios radicales de Russo en el entretiempo, expresaron la cruda realidad, de un conjunto sin estilo y sin actitud.
El generoso tercer puesto actual con 30 unidades, hubiera significado deambular por la mitad de la tabla años atrás. Pero la mediocridad del fútbol argentino y su ineficacia dirigencial, empezando por la AFA, permite a Boca tener aún chances matemáticas, que no se traducen a chances futbolísticas. La paliza que le propinó Arsenal no se reflejó en el resultado pero tuvo en el desarrollo del primer tiempo su justificativo. Sin figuras, pero con actitud, utilizó el pressing y toda su inteligencia táctica para borrar a Boca de la cancha. Apenas los desbordes aislados de Palacio fueron las cartas ofensivas, de once jugadores acorralados en su campo, peloteados, vapuleados como equipo chico, con el arquero como figura.
Este nuevo revés no significa una tragedia comparado con el Crucero que se hundió en la Antártida con 154 viajeros a bordo. El "Explorer" chocó con Leandro Gracián (perdón, con un iceberg) y todos los pasajeros fueron evacuados. Por suerte no hubo víctimas fatales, pero seguramente quedará un grave daño ambiental. Suerte que ya llega Juan Román Riquelme para toda la alegría de la gente (ver aparte).
Sorprendió ese reclamo que bajó de las tribunas al grito de "jugadores no rompan las pelotas, a ver si se dan cuenta que están jugando en Boca". Tienen razón en parte los violentos de siempre, pero no se justifica tamaña agresión para un equipo que hace menos de un semestre se consagró campeón de América. Es cuestión de ver la mitad del vaso lleno.
Fue victoria del equipo de Don Julio, el mismo que militó toda su vida en categorías de ascenso, y ahora es finalista de la Copa Truchamericana. Sospechado de cierta benevolencia arbitral, como Grondona de un pasado rico en malversaciones, negociados, defraudaciones y estafas. Con la energía, el empuje de sus jóvenes 78 años seguirá al frente de la AFA hasta el 2011, si es que Dios no le hace afinar el arpa...
Síntesis de la 17ª fecha
Arsenal (2): Mario Cuenca; Javier Gandolfi, Jossimar Mosquera, Aníbal Matellán, Cristian Díaz; Diego Villar, Andrés San Martín, Carlos Casteglione, Javier Yacuzzi; Alejandro Gómez y José Luis Calderón. DT: Gustavo Alfaro.
Boca (1): Mauricio Caranta; Hugo Ibarra, Jonatan Maidana, Gabriel Paletta, Claudio Morel Rodríguez; Pablo Ledesma, Sebastián Battaglia, Alvaro González; Leandro Gracián; Rodrigo Palacio y Martín Palermo. DT: Miguel Russo.
Goles: PT 21m San Martín (A), 44m Gómez (A); ST 30m Bueno (B).
Cambios: ST al inicio Fabián Vargas por Battaglia (B), Nicolás Bertolo por Ledesma (B) y Carlos Bueno por Gracián (B), 21m Pablo Garnier por Villar (A), 26m Santiago Raymonda por Gómez (A), 32m Martín Andrizzi por Calderón (A).
Cancha: Arsenal
Arbitro: Pablo Lunati
Jugado el 25 de noviembre de 2007
Román, ya estás en casa
En esta partida de póker, el Villarreal advirtió de que no tenía prisa. Riquelme y el Boca Juniors, sí. Premura para que el centrocampista volviera al devaluado equipo xeneize y pudiera disputar el Mundialito de Clubes de Japón en diciembre. El resultado se precipitó ayer. Riquelme cedió. Y aceptó las condiciones de pago de su contrato que habían pactado la semana pasada ambos clubes: el Boca abonará al jugador en tres años los seis millones de euros que le adeudaba el Villarreal por el año y medio de contrato que le quedaba. A ellos se añaden otros tres en concepto de traspaso, de los que el Barça cobrará un 25%. El Villarreal fichó a Riquelme del club catalán por 10 millones. En el Camp Nou estuvo una campaña y la pasó con más pena que gloria.
A falta de dos jornadas para que concluya el Torneo Apertura argentino, el Boca se encuentra con cuatro puntos de desventaja respecto al líder, el Lanús. Sus dirigentes están insistiendo ante la FIFA para que permita la inscripción de Riquelme para el Mundialito de Clubes a pesar de no figurar en la lista original que el club envío al organismo internacional.
Cinco temporadas y media en el fútbol español han dado para conocer las dos caras de Riquelme: la de un excelente futbolista, creador de juego y de incomparable técnica, y la de un personaje introvertido, conflictivo e incapaz de asumir el liderazgo en el vestuario.
Tras alcanzar como gran figura las semifinales de la Champions en la primera participación del Villarreal, en la temporada 2005-06, Riquelme perdió la motivación y empezó a fraguarse su salida de El Madrigal. Estuvo cedido por cuatro meses al Boca, con el que ganó la Copa Libertadores, y ahora vuelve al único lugar donde se le perdona todo a cambio de su genialidad: La Bombonera.
Fuente: Diario El País de España (Estos gallegos la ven cuadrada, dedíquense a las corridas de toros)
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