Boca Unidos

La asistencia de Juan Román Riquelme para el gol de Martín Palermo, el que definió el partido -que se festejó con un abrazo-, puso fin a una serie de enconos personales y grupales, internos y externos. Boca está por encima de los hombres y de los nombres, y cuando se da la situación inversa, cuando el jugador se siente omnipotente, las cosas indefectiblemente funcionan mal. El conjunto Xeneize venció a San Lorenzo por 2 a 0 con lapsos de buen fútbol, algunos momentos de zozobra pero con total justicia.

El gol de cabeza de Matías Giménez a los dos minutos de juego, tras un corner de Riquelme, le dio la tranquilidad necesaria al equipo para manejar el ritmo partido. El ex jugador de Tigre se anticipó a su marcador en el primer palo y cruzó el balón por encima de Migliore para decretar la apertura del marcador. Román se convirtió en el eje de Boca, jugando y haciendo jugar. El equipo se apoyó en la solidez de la zaga central de la defensa, con la dupla Muñoz-Morel Rodríguez como garantía ante los esporádicos ataques del rival.

Boca pudo haber estirado la ventaja con sendos remates de Cristian Chávez y Giménez sobre el final de la primera parte, pero dos buenas intervenciones del arquero lo impidieron. En el complemento San Lorenzo acomodó las piezas y con mayor dinámica empujó al conjunto auriazul sobre su propio arco. El delantero Fabián Bordagaray, con un cabezazo y un remate desde fuera del área puso en vilo a Boca. Sin embargo la falta de precisión en la definición le impidió alcanzar la igualdad.

En el peor momento del partido para Boca y con el resultado abierto, logró el segundo tanto que definió el pleito. El defensor Fabián Monzón recuperó una pelota en el mediocampo, se la pasó a Palermo en la puerta del área, éste abrió la pelota hacia la izquierda para Riquelme, se la devolvió al Loco en el área que definió de zurda al primer palo de Migliore. El abrazo de gol de los históricos de Boca, demostró que pese a las diferencias personales, si en el campo de juego tiran para el mismo lado, suman.

Síntesis de la 16ª fecha del torneo Clausura 2010

Boca (2): Javier García; Hugo Ibarra, Ezequiel Muñoz, Claudio Morel Rodríguez, Fabián Monzón; Cristian Chávez, Gary Medel, Matías Giménez; Juan Román Riquelme; Nicolás Gaitán y Martín Palermo. DT: Roberto Pompei.

San Lorenzo (0): Pablo Migliore; Damián Martínez, Fernando Meza, José Palomino, Germán Voboril; Juan Manuel Torres, Cristian Leiva, Cristian González, Aureliano Torres; Alejandro Gómez y Fabián Bordagaray. DT: Sebastián Méndez.

Cambios: ST 0m Juan Carlos Menseguez por Juan Manuel Torres (SL), 12m Pablo Mouche por Gaitán (B), 28m Bernardo Romeo por Bordagaray (SL), 35m Cristian Erbes por Chávez (B), 38m Lucas Viatri por Palermo (B).

Goles: PT 2m Giménez (B); ST 24m Palermo (B).

Amonestados: PT 13m Chávez (B), 45m Migliore (SL); ST 42m Riquelme (B), 42m González (SL), 45m Voboril (SL).

Cancha: Boca
Árbitro: Gabriel Favale
Jugado el 25 de abril de 2010

El dato

Boca logró su tercera victoria consecutiva como local ante San Lorenzo en torneos locales. En el Apertura 2007 le ganó 2 a 0 con goles de Martín Palermo y Sebastián Méndez en contra, en el Apertura 2008 con un tanto de Juan Román Riquelme, y esta tarde por 2 a 0 con anotaciones de Matías Giménez y Palermo. Es la segunda vez en el profesionalismo que se da esta racha de tres triunfos seguidos ante el Ciclón. La última vez se había registrado una seguidilla similar fue en 1935 (4 a 3 con goles de Delfín Benítez Cáceres, Francisco Varallo -2- y Ernesto Lazzatti), 1936 (2 a 0 con tantos de Varallo y Benítez Cáceres) y 1937 (3 a 1 con anotaciones de Roberto Cherro y Varallo).

El triunfo ante el conjunto de Boedo con el marcador de 2 a 0 se repitió por séptima ocasión en torneos locales. Las veces anteriores se habían dado en 1936 (con goles de Francisco Varallo y Delfín Benítez Cáceres), en 1956 (Antonio Angelillo y Juan José Rodríguez), 1969 (Rubén Suñé y Oscar Pianetti), 1989 (Alfredo Graciani y Jorge Comas), 1992 (Diego Latorre y Roberto Cabañas) y 2007 (Martín Palermo y Méndez en contra).

Martín Palermo le marcó su décimo gol a San Lorenzo por torneos locales regulares y se convirtió en el máximo anotador histórico ante el Ciclón. Con este tanto superó a Mario Boyé que había anotado 9 tantos, mientras que ya había superado a Francisco Varallo con 8 y Roberto Cherro con 7. Además le hizo un gol por la Copa Sudamericana 2004, lo que da un total de 11 goles en 20 partidos entre torneos locales e internacionales con un promedio de 0,55 por encuentro.

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