jueves, 27 de diciembre de 2007
El celular de Bianchi
Carlos Ischia, vuelve a Boca, ahora como DT
"Fue hace unos tres años. Yo estaba elogiando a Bianchi, rindiéndome ante el trabajo semanal, ante su sabiduría, y dije que cuando con todo eso no alcanzaba, Carlitos le pegaba un llamado al celular de Dios", aseguró Alejandro Fantino, el creador de la frase que al Virrey no le agradó demasiado. Ahora el que tiene el celular es Carlos Ischia, flamante DT de Boca, pero de Bianchi. Carlos II afirmó que se siente muy identificado con el técnico más ganador de la historia Xeneize. "Espero que mi llegada al club sirva para que Bianchi sea el manager en el futuro".
Los momentos más gloriosos de Carlos Ischia los vivió como ayudante de campo de Carlos Bianchi, junto al que ganó seis campeonatos en Boca: Apertura 1998, Clausura 1999, Apertura 2000, las Copas Libertadores 2000 y 2001 y la Intercontinental 2000. También había tenido una seguidilla de éxitos similar en Vélez, donde sumaron tres títulos locales y otros tantos internacionales. Fue DT de Boca en un partido, por la revancha contra Palmeiras en la semifinal de la Copa Libertadores 2001. En el partido de ida que terminó igualado 2 a 2 fue expulsado el Virrey por lo que fue suspendido y tuvo que ocupar un lugar en un palco del Parque Antárctica. Carlos II recibía instrucciones vía handy mientras Carlos I monitoreaba todo desde arriba. Boca se puso en ventaja por 2 a 0 en el primer tiempo. Luego el equipo paulista empató en el complemento y el conjunto de oro y cielo azul se impuso en la definición por penales.
El Pelado nació en el barrio de Mataderos en 1956, debutó en Chacarita en 1975 y cuatro años más tarde fue transferido a Vélez. Luego recaló en Colombia en 1984 para jugar en Junior de Barranquilla y en América de Cali. Volvió para retirarse en el Fortín en la temporada 1989/90. Era hincha de River sí, pero todo cambio en la final de la Copa Libertadores de 1986 que disputó con el América ante el equipo Millonario. El equipo colombiano sufrió una emboscada al llegar al Monumental, y los jugadores la pasaron feo. Junto al paraguayo Roberto Cabañas, quien luego sería ídolo de Boca, intercambiaron insultos con los hinchas en el precalentamiento y en el reconocimiento del campo. "Desde hoy River no existe más para mí", sentenció Ischia. Y el rumor que nunca fue confirmado es que esa noche jugó con una camiseta de Boca abajo de la América.
En 2002, Ischia se independizó e inició su camino como entrenador, precisamente en Vélez donde logró un tercer puesto en el Clausura 2003 y promovió muchos jugadores de las inferiores. Su siguiente paso fue en Gimnasia de La Plata, donde se encontró en un club mal administrado y tuvo roces con la dirigencia, especialmente con la dirigencia y con algunos jugadores. Cuando se fue de La Plata, partió hacia el Junior de Barranquilla donde hizo una campaña aceptable, equipo donde actuara como futbolista. Tuvo entre sus filas a su hijo Junior, nacido en Colombia (en homenaje al club). Luego declaró que las condiciones de entrenamiento no eran las adecuadas ya que muchas veces le tocó entrenar en lugares donde convivían víboras y serpientes. El último equipo que dirigió fue Rosario Central este año, en el Clausura 2007, donde utilizó a varios pibes de las inferiores pero la pésima situación económica e institucional del club rosarino provocó su alejamiento.
Que se vengan los pibes
Uno de los temas que charlaron los dirigentes con Carlos Ischia fue la política de promoción de juveniles a la Primera, cuestión que ha mermado en los últimos años. Desde que asumió Alfio Basile a mediados de 2005 sólo hicieron su debut Nicolás Bertolo, Ever Banega, Santiago Villafañe, Bruno Urribarri y Facundo Roncaglia. Para algún desprevenido Jonatan Maidana fue adquirido a Los Andes. De los citados, sólo Banega pudo hacerse lugar entre los titulares, mientras que los laterales Villafañe y Urribarri ya fueron transferidos.
Entre los pibes que asoman están Javier García (arquero) que integró el banco de suplentes pero no debutó; Fabián Monzón (defensor); Exequiel Benavídez (mediocampista central) que fue sparring de la Selección de Basile; Sebastián Nayar (mediocampista polifuncional); Nicolás Gaitán (enganche), zurdo; Gabriel Rodríguez (delantero), también sparring; y Ricardo Noir (delantero) que integró la lista preliminar para el Mundial de Clubes. Además está el Pochi Chávez, un enganche habilidoso que debutó en 2005 con el DT Jorge Benítez y jugó apenas unos minutos este año. Con la presencia de Riquelme en la cancha, seguro estos pibes la van a romper.
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