sábado, 24 de mayo de 2008

Un día perfecto


Martín Palermo dejó las muletas en el banco y metió el tercero

Miércoles 24 de mayo de 2000, hace ocho años. El caño de Román a Yepes, delicioso, de fábula. Palermo, sin muletas, está en la cancha, derecho, aceitado. Es Palermo, el gladiador, el goleador, que ya se recuperó de la rotura de ligamentos cruzados. Pum, adentro, tricota, chau, afuera de la Libertadores. Eso se festeja acá, en la previa de un día patrio, exclusivo de este pueblo loco. El día, cuentan, aseguran, de la paternidad bostera.

Hay un actor intelectual, como todo. Se llama Gustavo Mañay, de 44 años, contador; él tiró la idea y se la contó a los chicos de la página de Internet hijosnuestros.com. De ahí la convocatoria. "Desde ese día no pudieron hablar más. Se acabó el campeón del siglo. Ese partido fue soñado, la cumbre de la supremacía. Además, nadie esperaba lo de Palermo. Y en la semana el Tolo había dicho que si Bianchi lo ponía a Palermo él llamaba al Enzo... No sé cómo se me ocurrió, será porque vivo pensando en Boca" explica Gustavo, ensimismado.

Boca apabulla, Boca manda, impone respeto, grandeza. Como aquel 24 de mayo, ocho años atrás. Palermo, sin muletas, furioso, rabioso, toca suave. Pum, adentro. Pum, River afuera, chau. Y el festejo se repite en distintas partes del mundo. Es el día de la paternidad bostera, exclusivo de este pueblo fiestero. Pasión entendible, inexplicable.

Un caño y la vuelta de Martín

Por José Basualdo

Todos los clásicos son importantes, pero el 3-0 en la Copa fue muy especial. Veníamos de empatar el superclásico por el torneo y de perder en el partido de ida, y con el empate en la Bombonera estaba pasando River. Pero hizo el gol el Chelo en el segundo tiempo y después no nos pudieron parar, ya estábamos agrandados. Recuerdo que Gallego intentaba con sus gritos que River reaccionara, pero no lo dejamos. Disfrutamos con pequeños detalles, como el caño de Román a Yepes, o la aparición de Martín en el final. Desde adentro, es muy lindo cuando un compañero que no juega hace mucho está haciendo la entrada en calor; más teniendo en cuenta que cuando Bianchi dijo que Palermo iba a estar en el banco, Gallego cargó diciendo que entonces él iba a poner a Francescoli. Ese gol de Martín en su vuelta fue el broche de oro de la noche. Veníamos de atrás, ganamos 3-0, los dejamos afuera de la Copa y después terminamos siendo campeones. Ese partido nos dejó muy marcados a todos.

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