miércoles, 15 de octubre de 2008

Se sacaron las plumas



En los códigos de la pasión, cambiar de colores equivale a traición, mucho más si se trata del clásico rival. Boca Juniors y River Plate nacieron en el barrio de La Boca; mientras el equipo Xeneize siempre fue fiel a sus orígenes, que lo convirtieron en el equipo más popular de la Argentina, el conjunto Millonario recién empezó a construir su identidad cuando se mudó al elitista barrio de Núñez (geográficamente pertenece al barrio de Belgrano) para décadas más tarde calzarse las plumas.

En 107 años de historia -River fue fundado en 1901, Boca en 1905- existen casi un centenar de jugadores que vistieron ambas camisetas. En los tiempos del fútbol romántico (el amateurismo) no estaba mal visto cambiarse de bando, pero a medida que se instaló el profesionalismo, quebrantar la fidelidad es motivo suficiente para condenar a un hombre al olvido.

No es casualidad, que del casi el centenar de jugadores que vistieron ambas camisetas, más de la mitad primero se probó la de River y después la de Boca, ya sea pasando de club a club o luego de un pase por otra institución. Desde Pedro Moltedo hasta Luciano Figueroa, De oro y cielo azul te cuenta las historias de aquellos que se sacaron las plumas y probar lo que se siente jugar con la azul y oro.

El pionero

Moltedo, un adelantado

Pedro Moltedo nació en Capital Federal el 1º de marzo de 1888. Estudiaba en el Colegio Nacional Central y con sólo 15 años, junto a los hermanos Vergara, Garibaldi, Orcero y Fuentes, fundó el equipo Independencia Sud. La base de este conjunto conformaría dos años más tarde el Club Atlético Boca Juniors. En la escuela secundaria, Moltedo conoció a Leopoldo Bard, Martínez y Flores quienes lo invitaron a formar parte del team de La Rosales, junto a su hermano Vicente. En mayo de 1904, se fusionaron los equipos barriales La Rosales y Santa Rosa, dando origen al Club Atlético River Plate.

El arquero del primer partido que jugó River Plate -el 29 de mayo de 1904- del que se tenga registros documentados fue Pedro Moltedo. El 3 de abril de 1905 se fundó Boca, y días mas tarde, el viernes 21, se jugó el primer partido en la historia del club. Fue un encuentro amistoso ante el equipo de Mariano Moreno donde Boca se impuso por 4 a 0. Moltedo fue capitán del equipo.

Abuelo famoso

Jorge Lanata, nieto de futbolista

Agustín Lanata podría haber sido uno más en la lista de no haber tenido como nieto al periodista Jorge Lanata, creador de Página 12 y Crítica. "Mi abuelo fue uno de los fundadores de River, jugó en 1914 y mi viejo lo hizo en el Porvenir. No me ligué al fútbol a pesar de venir de una familia futbolera". Lo cierto es que Agustín, pese a haber sido uno de los mentores de la fundación del conjunto Millonario, optó por cambiarse de vereda. Fueron siete partidos en Boca, pero suficientes para quedar en la historia. "El sistema del negocio del fútbol es perverso. Consiste en que hay 22 millonarios corriendo atrás de una pelota, y alrededor de 50 mil que pierden durante toda la semana. Pero hay algo en este sistema que les hace creer que son ellos también los que están ganando y no los 22 millonarios. Se están aprovechando de los que no saben", disparó Jorge, dejando en claro su crítica visión del fútbol.

Traidores de profesión

Ya en el profesionalismo, en el campeonato de 1934 llegaron Camilo Bonelli y Ricardo Zatelli, ambos provenientes de River. El primero debutó en la 9ª fecha ante Platense y marcó el gol del empate 1 a 1 ante el equipo calamar. En tanto que Zatelli hizo lo propio en la 27ª fecha ante Chacarita en una victoria por 3 a 1. Camilo Bonelli que jugó sólo tres partidos y Zatelli que se mantuvo dos años más en la institución, fueron los primeros que cambiaron de vereda en la era rentada.

El Charro, bostero desde la cuna


José Manuel Moreno, crack Xeneize

Nació cerca de la Bombonera y se hizo hincha de Boca, pero lo bocharon en la prueba que hizo en inferiores y se fue a probar suerte en River. Formó parte de la recordada delantera apodada "La Máquina", junto con Muñoz, Labruna, Pedernera y Loustau. El "Charro" José Manuel Moreno, fue una de las máximas figuras del fútbol argentino y jugó 13 temporadas en River. Luego de estar ligado por 10 años al club de Núñez, tuvo un breve paso por el fútbol mexicano y volvió a River por tres temporadas más, pero su corazón seguía ligado a los colores azul y oro. Así fue que en 1950, a los 34 años, se dio el gusto de jugar en Boca, el club de sus amores. "El mejor fue José Manuel Moreno. De mis tiempos. También está Maradona pero Moreno también era muy bueno. No se cuidaba, era atorrante", asegura el goleador Xeneize Francisco Varallo a sus 97 años.

Se cruzó de vereda en la mitad

Un caso curioso se dio en 1939, cuando el delantero Ricardo Stagi comenzó jugando el campeonato de ese año en el equipo millonario. En la segunda ronda se arrepintió y fichó para Boca donde jugó apenas tres partidos en fechas consecutivas y marcó un gol. Luego continuó su carrera en Platense.

El Beto se dio vuelta a tiempo

El Beto Menéndez, con sangre azul y oro

Norberto Menéndez tiene un record casi imposible de superar. Jugó en River entre 1955 y 1960 y logró tres títulos, el último en 1957. Luego el conjunto Millonario se mantendría 18 años sin conquistas y el Beto, presintiendo esa racha negativa, pasó un año en Huracán y en 1962 enfiló para la Ribera. En Boca se consagró campeón en 1962, 1964 y 1965. Jugó nueve Superclásicos con la azul y oro y le metió dos goles a River. "Al Beto le tirabas un adoquín y te devolvía una pelota", contó Rattín sobre el talento de Menéndez. En el enfrentamiento a fines de 1962 -aquel del recordado penal atajado de Roma a Delem-, sus ex compañeros Vladislao Cap y José Varacka lo cargaron cuando el árbitro Carlos Nai Foino cobró la pena máxima. El Beto se desquitó, encajándole un escupitajo en la cara de Varacka. En 1965, a pocas fechas del final, Menéndez marcó el gol de la victoria por 2 a 1 en el Superclásico a tres minutos del final que lo dejó a Boca a un paso del campeonato. Camino a los vestuarios, se trenzó a golpes de puño con Amadeo Carrizo.

El Loco, un Mercedez-Benz


El Loco Gatti, símbolo del arco Xeneize

En un Superclásico, jugando para la contra, se ganó el amor de todos los hinchas de Boca. A Hugo Gatti la hinchada Xeneize le tiró con una escoba y el Loco hizo de las suyas: "Se me ocurrió en ese momento. Tiraron una escoba a la cancha y barrí un ratito el césped, más que nada para cargar a la hinchada". Luego, en su paso por Gimnasia y Esgrima La Plata, atajó con la azul y oro abajo del buzo. "Yo avisé que lo iba a hacer, y tenía todo bastante preparado. Además a mí, en Gimnasia, todos me amaban", aseguró Gatti. En River jugó entre 1964 y 1968 y claro está, no ganó nada. Luego pasó por el Lobo platense, por Unión de Santa Fe, hasta que el Toto Lorenzo lo trajo a Boca en 1976. Ganó el Metro y el Nacional de ese año, atajó un penal decisivo ante Cruzeiro para lograr la primera Copa Libertadores, repitió al año siguiente, logró la Intercontinental y compartió el equipo con Diego en el '81. Se retiró en 1988, a los 44 años con el record de partidos jugados (765) en Primera y de penales atajados (26) junto a Fillol. Cuando estuvo en River, fue suplente de Amadeo Carrizo y cuando le robó el puesto la hinchada le cantaba: "Gatti es un caquero, queremos a Amadeo". El Loco recordó que eso lo ponía bien. "Ya ahí me trataban de caquero, entre otras cosas. Y bueno, por algo lo querrían a Amadeo. El para mí fue un grande, pero no toleró que el alumno haya superado al maestro. Siempre le decía que era el mejor. Y después le agregaba: Amadeo, vos sos un coche viejo y yo soy un Mercedes-Benz".

Jota Jota, decime que se siente

Jota Jota y Merlo se probaron la de Boca, jugando para River

Juan José López formó un recordado mediocampo con Reinaldo Merlo y Norberto Alonso en el equipo que cortó la sequía de 18 años sin títulos en 1975. Su padre era admirador del Charro Moreno (claro está, hincha de Boca), y a partir de los 12 años hizo toda su carrera en Núñez. Le marcó seis goles a Boca y ganó siete títulos con la Banda. El sitio riverplate.com afirma: "Juan José López, fue un jugador que se lo recuerda por sus emotivas 8 razones de ser un hombre de La Banda Roja: su técnica, su gran estrategia, buen manejo de balón, futbolista de toda la cancha, sus pases deliciosos de larga distancia, la cábala con su muñequera, sus goles de tiros libres, y por el gol de mitad de cancha a Gatti frente a Boca". Cuando terminó el Nacional '81 le dieron el pase libre y se fue a Talleres de Córdoba con el DT Angel Labruna. En 1983 le surgió la chance de ir a Boca y los hinchas no se lo perdonaron jamás. Enfrentó a River dos veces y ganó ambos partidos, en el primero, por el Metro '83 jugado en el Monumental, mandó el centro para Roberto Passucci que convirtió el primer gol de cabeza en la victoria por 2 a 1.

Loco de atar

El "Loco" Carlos Salinas jugó 12 partidos en el Millonario entre 1974 y 1975 donde consiguió el Metro del '75. Fue un jugador temperamental, demasiado para el paladar negro de River. Cuando jugaba para Chacarita, tuvo un encontronazo con Abel Alves y en la semana Suñé lo fue a buscar para agarrarse a goles de puño, ambos terminaron en la comisaría. Guapos eran los de antes. Era fana del equipo Xeneize, y tras ganar un Superclásico jugando para River en el '74, fue a cobrar el premio con la camiseta de Boca puesta... Meses después lo echaron. En Boca jugó entre 1978 y 1980 y logró dos títulos:
la Copa Intercontinental '77 (jugada al año siguiente) y la Copa Libertadores '78. Le marcó el tercer gol al Borussia Möngengladbach (3 a 0) y el cuarto al Deportivo Cali (4 a 0) en los partidos de vuelta de las finales. En 1981 pasó a Argentinos Juniors como parte de pago del pase de Diego Maradona junto a Héctor Santos, Carlos Randazzo, Mario Zanabria y Miguel Bordón, estos dos últimos en calidad de préstamo.

Ponelo a Enzo

El Tolo se probó un ratito la de Boca en 1981

No existía el Phostoshop en esa época, y las pruebas están a la vista. Américo Gallego estuvo a un paso de firmar para el equipo Xeneize, se probó la camiseta pero al final se decidió por River. Boca se consagró campeón del Metropolitano con un equipo inolvidable. De haber fichado para el conjunto de la Ribera, este rústico mediocampista central y que arañaba a sus rivales, el equipo integrado por Trobbiani, Brindisi y Maradona entre otros, no hubiera entrado en la historia.

En la previa de la revancha por la Copa Libertadores 2000, Martín Palermo volvía tras 6 meses de inactividad después de una rotura de ligamentos cruzados. Carlos Bianchi, DT de Boca, anticipó que pondría a Palermo en el banco de suplentes. Gallego, DT de River, bromeó con la idea de la inclusion del Titán: "Si ponen a Palermo, yo pongo al Enzo". El Virrey mandó a Palermo a la cancha faltando menos de cinco minutos para finalizar el partido, con el marcador parcial de 2 a 0. El Loco marcó el tercero y eliminó a River de la Copa.

–¿No te arrepentís de haber dicho previo al 0-3 con Boca por la Libertadores: “Si Bianchi pone a Palermo, yo pongo a Francescoli”?
–No, fue una humorada, una broma como la hace cualquiera. Lo que pasa es que el otro justo hizo el gol faltando tres minutos, ¿qué querés que haga?
–Cuando en los festejos por la obtención de la primera Libertadores los jugadores de Boca cantaban “ponelo a Enzo la puta que te parió”, ¿no te querías cortar las venas?
–Como todo. Me reía cuando lo escuchaba, qué voy a hacer.

Un trueque entre rivales

A fines de 1984 y comienzos de 1985 hubo una huelga de futbolistas en apoyo de dos futbolistas de Boca, que pretendían quedar en libertad de acción tras jugar dos años por el 20%. Los dos jóvenes, surgidos de la cantera del club eran Oscar Ruggeri y Ricardo Gareca. Cuando se llegó a un acuerdo tras 20 días de negociaciones, ambos emigraron a River. En el primer Superclásico que enfrentaron a Boca, Roberto Passucci, un zaguero temperamental lo fue a buscar al Cabezón y le dio una patada tan criminal como la de Krupoviesa a Montenegro. "En principio no quería hacerle daño. El se había ido y para mí era historia terminada. Pero se ve que no. Porque le quito una pelota a Gallego en la mitad de cancha, se me va un poco larga y el que la viene a recepcionar es Ruggeri. Y lo fui a quebrar. Era una patada para que no se levante más. El se dio cuenta e inteligentemente se corrió. Si le doy de lleno lo mato. Pero fue de costado y por suerte no le rompí ningún hueso, porque no me lo hubiese perdonado jamás", aseguró el carnicero Passucci.

Como compensación, River les dio a Boca a Carlos Tapia y Julio Olarticoechea. El Chino tuvo cuatro pasos por el club y pese a ser resistido en un principio, se ganó a la hinchada de Boca. Fue clave en la obtención del torneo Apertura '92 en el mediocampo junto a Giunta, Villarreal y el Beto Márcico. En tanto que el Vasco Olarticoechea recordó que "la gente me sorprendió cuando llegué al club, era increíble lo que sentía cuando salía a la cancha. Después de cada partido la gente te besaba, te abrazaba, era impresionante. River es más frío, sólo acompaña si el equipo va bien. Los hinchas de Boca son mucho más seguidores".

Y el Bocha también

Bo-Bo-chini y una locura que no fue posible

Tampoco existía el Photoshop allá por la década del '80, pero Ricardo Bochini quiso sentir por un rato lo que es vestir la azul y oro. Así quedó retratado en una tapa de El Gráfico de enero de 1988 luego de un partido de verano. Hincha de San Lorenzo de chiquito, jugó en Independiente durante 19 años y sembró de fútbol las canchas argentinas. Tiene el record de partidos jugados en el mismo club (638) y le convirtió varias veces al equipo Xeneize. Pero una imagen vale más que mil palabras.

El Batigol

Latorre y Batistuta conformaron una delantera inolvidable

Gabriel Batistuta surgió de la cantera de Newell's donde debutó en 1988 y jugó apenas una temporada para recalar en River. Allí se encontró con Daniel Passarella, que con su soberbia a cuestas, borró al Checho Batista y a Bati. El delantero había tenido una gran actuación en la Liguilla Pre Libertadores donde marcó el gol de la victoria de la final ante San Lorenzo que le dio la clasificación. “Cuando encuentre un equipo que juegue para él, va a ser mortal. Hoy River no puede hacerlo”, confesó a la revista El Gráfico el segundo Gran capitán, después de Diego, claro.

El Bati cruzó de vereda y se incorporó a Boca en 1990, donde al principio no se sintió muy cómodo al jugar por los costados. Cuando llegó el Maestro Tabárez en 1991 lo ubicó en el área y explotó: en el torneo de verano empezó a vengarse de Passarella al marcar los dos tantos de la victoria del Superclásico. Días más tarde le metió otros dos en la victoria en el Monumental por la Libertadores. Realizó una gran actuación ate Racing en un partido matutino que Boca ganó 6 a 1 marcándole tres goles a la Academia cuyo arquero era Sergio Goycoechea. La rompió en la Copa llegando hasta la semifinal y se consagró campeón en el Clausura '91 donde Boca terminó invicto y él fue el máximo goleador del certamen. La convocatoria de Basile para integrar la Selección de la Copa América en Chile lo privó de jugar las finales ante Newell's junto con Latorre. De ahí en más fue todo muy vertiginoso, el pase a la Fiorentina, la explosión en la Selección y todos los records que lo convirtieron en uno de los máximos artilleros del fútbol mundial.

Máximo goleador en las Copas América '91 y '95, goleador de la liga italiana en el '95, máximo goleador de la Selección argentina con 56 tantos, máximo goleador argentino en Copas del Mundo con 10 anotaciones, máximo goleador de la Fiorentina con 207 goles (entre Serie A y B) y el cuarto máximo goleador extranjero en la historia del Calcio con 184 gritos. En su carrera redondeó la friolera de 352 goles en 623 partidos con un promedio de 0,57. Passarella, todo un visionario...

Pájaro que goleó, voló

Caniggia y Maradona celebran la goleada a River en 1996

El pájaro surgió del semillero de River, destacándose por su gambeta y velocidad. Ganó con el Millonario el campeonato de la temporada 1985/86 donde era dirigido por el Bambino Veira. Luego emprendió un periplo por Europa que incluyó Verona, Atalanta, Roma y Benfica. En 1995 y con el regreso de Maradona, Claudio Caniggia se dio el gusto de jugar en el equipo que es hincha desde chico. Debutó en el ciclo de Silvio Marzolini como DT, pero recién explotó en el Clausura '96 donde fue dirigido por Carlos Bilardo. Ese año el Millonario venía de consagrarse campeón de América (suena raro, ¿no?) y Boca lo recibió en la Bombonera con Diego y Cani. El equipo Xeneize vapuleó a River por 4 a 1 con tres goles del Pájaro en una actuación inolvidable.

Huevo, huevo, huevo

Toresani se desquitó con un gol a River en el Apertura 1997

Un jugador apodado "Huevo" difícilmente pueda llegar a estar emparentado con el paladar negro riverplatense. Julio César Toresani llegó a River en 1991 procedente de Unión y ganó tres títulos de cabotaje: el Apertura '91, '93 y '94. En el segundo campeonato marcó el gol de la consagración en empate 1 a 1 de la última fecha ante Argentinos Juniors (vaya coincidencia del destino). Luego pasó por Colón donde en 1995 se topó con Maradona en el partido que marcó el regreso de Diego al fútbol argentino después de 14 años. El Huevo fue expulsado y soltó su bronca: "
Me echó Maradona, querría tenerlo de frente. Dijo que después del partido me iba a agarrar, lo iría a buscar a la casa". Diego respondió "a Toresani: Segurola y La Habana 43.., séptimo piso. A ver si me dura 30 segundos". En 1997, en el último partido de Maradona por el Apertura '97, Toresani marcó el gol del empate ante River en el Monumental. Luego Palermo se encargaría de dar vuelta la historia.

Con el termo bajo el brazo

El uruguayo Cedrés desembarcó silenciosamente en el fútbol argentino para incorporarse a Argentinos Juniors. Luego pasó a River donde ganó el Apertura '94 con el Tolo Gallego y la Libertadores '96 con Ramón Díaz en el banco. Este mediocampista ofensivo y temperamental, tuvo un cruce (como la mayoría) con el riojano y decidió cambiar de club. Lo inédito es que una mañana entrenó con el equipo de Núñez y esa misma tarde lo hizo en Boca, como flamante incorporación. "Por fin me saqué las plumas de encima", dijo ni bien pisó territorio bostero. En el primer Superclásico por el Apertura '96 (el del nucazo de Guerra) marcó el segundo gol de penal. Pidió la pelota, le pegó fuerte al medio en el arco defendido por Burgos y fue corriendo hasta el banco de suplentes de River para gritárselo en la cara a Ramón Díaz. Así se ganó la hinchada que deliraba al unísono con el "u-ru-guayo, u-ru-guayo...". En esa misma temporada, por el Clausura '97 le marcó otro gol en el Monumental en el recordado 3 a 3 y lo festejó frente a la popular local con bailecito incluido.

El Emperador paraguayo

Cuando estabas en River, ¿cómo veías a Boca desde afuera? -Tengo que admirar a equipos que ganan títulos, estaba en River e infelizmente no puede ni tuve esa fortuna, hubo muchos lesionados, el plantel se iba reduciendo, se lesionaban jugadores…

A principios de año arribó a Boca un viejo conocido que ya le había dado una gran alegría al club de la Ribera. Fue el mismo que le cometió penal a Guillermo Barros Schelotto en el Clausura 2006 para que Palermo empatase el partido en el minuto 45 del segundo tiempo en la Bombonera. Julio César Cáceres jugó apenas un semestre con la Banda Roja y dos años más tarde retornó al fútbol argentino para reforzar la zaga boquense. En menos de un año se consagró campeón de la Recopa. "Me debía un título... Porque en mi paso anterior por el fútbol argentino no había ganado nada en el otro club. Ahora sí puedo decir que soy campeón, que ya tengo un título y di la vuelta olímpica en este país. Y es increíble", remató el paraguayo.

"Ojalá pueda hacerle un gol a River"

Lucho llegó y enseguida posó con los colores azul y oro

"Voy a dejar la vida por esta camiseta y ojalá pueda hacerle un gol a River", comentó. Y aunque recalcó que "uno es profesional y la camiseta que uno defiende tiene que hacerlo a muerte, contra Central no lo gritaré, porque es mi segunda casa".

Luciano Figueroa surgió de Rosario Central en 2001 donde se destacó por su oportunismo y capacidad goleadora. Uno de esos goleadores no muy técnicos pero en el lugar justo y preciso para mandar la pelota al fondo de la red. Formó una gran sociedad en Central con el "Chelito" César Delgado y se consagró goleador del Clausura 2003 con 17 tantos. En la última fecha, el Canalla recibió a Boca en Arroyito, que por decisión de Macri, mando un equipo juvenil a comerse una goleada. Mientras, en la Bombonera, el presidente celebraba la obtención de la Copa Libertadores, más como acto de lanzamiento político que celebración de conquista deportiva. Esa tarde, Figueroa se aprovechó de la juventud de aquel equipo y marcó cinco tantos en la goleada por 7 a 2. Luego siguió su carrera en Birmingham, Cruz Azul, Villarreal, River y Genoa. Llegó en 2006 al equipo de Núñez donde jugó apenas 5 partidos y metió 3 goles antes de sufrir una lesión de ligamentos cruzados. La historia en Boca recién comienza a escribirse.


La lista completa

1) Pedro Moltedo
River 1904-06
Boca 1905-06 y 1908-09

2) Ramón Ferreiro
River 1907
Boca 1910

3) Vicente Oñate
River 1907
Boca 1910

4) Anempodisto García
River 1907
Boca 1911

5) Agustín Angotti
River 1910
Boca 1911

6) Ramón Lamique
River 1910
Boca 1911

7) Alfredo Elli
River 1915
Boca 1916-29

8) Alfredo Martín
River 1914
Boca 1917-21 y 1923

9) Agustín Lanata
River 1910
Boca 1918

10) Zoilo Canaveri
River 1913
Boca 1919

11) Antonio Ameal Pereyra
River 1909-10
Boca 1922

12) Luis Solans
River 1909-10
Boca 1916

13) Camilo Bonelli
River 1931-32
Boca 1934

14) Ricardo Zatelli
River 1931-33
Boca 1934-36

15) Ricardo Stagi
River 1939
Boca 1939

16) Joaquín Martínez
River 1943-47
Boca 1949-50

17) José Manuel Moreno
River 1935-48
Boca 1950

18) Juan José Pizzuti
River 1951
Boca 1955 y 1962-63

19) Miguel Angel Rodríguez
River 1957-58
Boca 1960

20) Norberto Menéndez
River 1954-60
Boca 1962-67

21) Roque Ditro
River 1962-64
Boca 1965-66

22) Alfredo Rojas
River 1961
Boca 1965-68

23) Marcos Zarich
River 1958
Boca 1966-67

24) José Luis Luna
River 1961
Boca 1966-67

25) Jorge Fernández
River 1961
Boca 1968-69

26) Hugo Gatti
River 1964-68
Boca 1976-88

27) Francisco Sá
River 1970
Boca 1976-81

28) Ernesto Mastrángelo
River 1972-74
Boca 1976-81

29) Daniel Silguero
River 1970
Boca 1977

30) Aníbal Cibeyra
River 1972
Boca 1977

31) Victorio Cocco
River 1976
Boca 1978

32) Carlos Salinas
River 1974-75
Boca 1978-80

33) Hugo Coscia
River 1977
Boca 1980

34) Carlos Morete
River 1970-75
Boca 1981

35) Eduardo Bargas
River 1975
Boca 1982

36) Carlos Barisio
River 1971-74
Boca 1983

37) Pablo Comelles
River 1975-80
Boca 1983

38) Osvaldo Pérez
River 1970-75
Boca 1983

39) Juan José López
River 1970-82
Boca 1983

40) Carlos López
River 1972-73
Boca 1984

41) Carlos Tapia
River 1980-84
Boca 1985-87, 1988-89, 1990-91 y 1992-94

42) Julio Olarticoechea
River 1981-84
Boca 1985-86

43) Pablo Erbín
River 1987-88
Boca 1988-89

44) Gerardo Reinoso
River 1988-89
Boca 1991

45) Claudio Cabrera
River 1982-83
Boca 1991

46) Fabio Talarico
River 1988-90
Boca 1993

47) Rubén Da Silva
River 1989-93
Boca 1993-95

48) Fernando Gamboa
River 1993-94
Boca 1994-96

49) Claudio Caniggia
River 1986-88
Boca 1995-96 y 1997-98

50) Fernando Cáceres
River 1992-93
Boca 1996

51) Julio Toresani
River 1991-95
Boca 1996-97

52) Gabriel Cedrés
River 1994-96
Boca 1996-97

53) Jorge Martínez
River 1998-99
Boca 2001

54) Abel Balbo
River 1988-89
Boca 2002

55) Julio César Cáceres
River 2006
Boca 2008

56) Luciano Figueroa
River 2004
Boca 2008


Un banco quebrado

No sólo hubo futbolistas de River que quisieron darse el gusto de pasar por Boca como jugador, sino también como director técnico. Una tendencia histórica que carece de fundamentación. Emblemas de la insitución Millonaria como Cesarini, Moreno, Pedernera, Di Stéfano, Pipo Rossi se sentaron en el banco de suplentes Xeneize. ¿Lo tenían a Lorenzo? El Toto estuvo en River en 1967, luego de dejar la Selección tras el Mundial de Inglaterra del año anterior. Juan Carlos Lorenzo dirigió 26 partidos y renunció tras siete partidos sin ganar en el Metropolitano '67. Recién en 1976 llegó a Boca y se inició una época dorada que incluyó la obtención del Metro y Nacional de ese año, las Copas Libertadores 1977 y 1978 y la Intercontinental 1977. Es el segundo entrenador más ganador en la historia de Boca después de Carlos Bianchi, otro hincha de River que se hizo bostero. Pero esa es otra historia.

1) Renato Cesarini
River 1939-44 y 1965-66 (DT)
Boca 1949 (DT)

2) José Manuel Moreno
River 1935-44 y 1948-45 (jugador)
Boca 1958-59 (DT)

3) Adolfo Pedernera
River 1935-46 (jugador)
Boca 1963 y 1966-67 (DT)

4) Aristóbulo Deambrosi
River 1935-46 (jugador)
Boca 1963-64 (DT)

5) Néstor Rossi
River 1945-49 y 1955-58 (jugador)
Boca 1965-66 (DT)

6) Alfredo Di Stéfano
River 1945 y 1947-49 (jugador), 1981/82 (DT)
Boca 1969 y 1985-86 (DT)

7) José Varacka
River 1960-65 (jugador)
Boca 1972 (DT)

8) Rogelio Domínguez
River 1962-63 (jugador)
Boca 1973-75 (DT)

9) Juan Carlos Lorenzo
River 1967 (DT)
Boca 1976-79 y 1987 (DT)

10) Vladislao Cap
River 1962-65 (jugador)
Boca 1982 (DT)

11) Miguel Angel López
River 1968-70 (jugador)
Boca 1983-84 (DT)

12) Roberto Saporiti
River 1976-87 (jugador)
Boca 1987 (DT)

13) Héctor Veira
River 1984-86 (DT)
Boca 1997-98 (DT)


Agradecimientos: Sergio Lodise y Guillermo Schoua

3 comentarios:

  1. Excelente crónica y detalles, maestro, abrazo y seguí así.

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  2. Esta buena la cronica River a partir de 2014 revierte la historia y se hace copero Boca deja la mistica copera y no gana nada internacional desde 2008.La vida te da y te quita Roma ataja en 1962 Barovero en 2014 La vida te da y te quita River elimina a Boca internacionalmente en 2014 y 2015 Dios es justo La venganza es un plato que se come frio

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  3. River a partir de 2011 se va al descenso y pasa a ser Riber. Boca nunca dejó de ser Boca. Las cosas como son.

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